viernes, 22 de enero de 2010
FODONGA
esto tiene que ser presagio de algo malo, muy malo, sin duda una de las señales del Apocalipsis, la caída de una estrella o el anuncio del fin de una especie. La humanidad pudo soportar que se bajase de los tacones a pesar de que afectase a sus pensamientos, sin embargo la cosa se pone mucho más seria ahora que han pillado a Victoria Beckham en chandal, sí sí, pantalón holgado de algodón, zapatillas de deporte y camisetilla, aunque eso sí, la cara bien tapada no sea que me vean sin el rimmel y el gloss.
Posh ha pasado de sus Louboutines, sus diseños exclusivos, sus birkin, a ser una chandalera... Nena, tú que siempre ibas tan divi, dónde está tu glamour habitual, la sencillex del abrigo de pieles, la calidez de tus trench... que hasta para ir al súper te pones de punta en blanco, pues al gimnasio se va igual, con tacones, gafas de sol y modelazo, ¡Por Dior! Hoy es un día que tendremos que marcar en el calendario, la desgracia y una nube negra se cierne sobre el mundo de la moda. Luciré crespón negro por ti, ya no podremos mirarte con los mismos ojos, con lo que tú eras.
HORROR!
A TODOS NOS PUEDE PASAR...así se quedó Mo’nique en la entrega de premios de los Globos de Oro, y no sólo porque arrebatase el galardón a nuestra Pe, sino por algo que nos deja mucho más patidifusos. Y es que ella siempre se ha mostrado como una persona sin complejos, lo cual me parece genial, su peso no le impide sentirse más sexy que cualquiera y además no le faltan admiradores, para qué negarlo, pero es que esto quizá ya es demasiado.
Si la gala estuvo marcada por el glamour, el saber estar y todas esas cosas propias de u evento de tal calibre, la nota discordante la dio ella que no dudó en subirse el largo vestido que lució mostrando sus piernas sin depilar, con una mata de pelo de esas dignas de cortar con guadaña.
Como podéis imaginar ya ha sido calificada como el hecho más bochornoso de la noche de los Globos de Oro, como cabía esperar. Pero a ella se la pela bastante porque sino no lo hubiese hecho, las cosas como son. Una forma de reivindicar belleza (cosa que no comparto, lo siento mucho, soy de la vieja escuela, qué el vamos a hacer) como otra cualquiera, eso sí, nena, la próxima vez en privado por favor que mis ojos no pueden asumir tanta declaración de principios.
miércoles, 20 de enero de 2010
sin sexoo nimodo tiger
Anteriormente te habíamos dado la noticia de que Woods había sido internado en un centro de rehabilitación llamado “The Meadows”, el cual se especializa en el tratamiento de desórdenes compulsivos como la ludopatía y la adicción al sexo.
Al parecer el resultado es que el mejor golfista del mundo se someterá a un tratamiento de rehabilitación para recuperarse de su adicción al sexo que le obligará a no mantener relaciones ni excitarse durante por lo menos cuatro meses.
Según asegura el diario ‘The Sun’, Tiger deberá estar alrededor de unas 18 semanas sin practicar sexo, ni siquiera excitarse por su propia cuenta, como parte del tratamiento para erradicar su adicción sexual.
uno puede ayudar a haiti
ayuda a haiti
Haití / Agencias.- Más soldados estadounidenses aterrizaron ayer en predios del Palacio Presidencial de Haití, para reforzar la seguridad en ese país, no obstante, las fuerzas norteamericanas comenzaron a arrojar alimentos desde el aire a pesar de los cuestionamientos.
La vocera del comando sur, mayor Tanya Bradsh, dijo que la Fuerza Aérea C-17 arrojó 14.500 raciones alimenticias listas para consumirse y 15.000 litros de agua en una zona segura de la capital, Puerto Príncipe.
Las autoridades militares revisan si el método es seguro para que se use en todo Haití, pese a que la pasada semana el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, dijo que los envíos por paracaídas estaban anulados porque podrían ser más dañinos que benéficos y podrían desatar enfrentamientos entre pobladores atravesados por el hambre.
Pese a la advertencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU), de no arrojar alimentos desde el aire, militares estadounidenses, ya el domingo, descargaron paquetes desde el aire.
La medida se debió, según Estados Unidos, al aumento de la violencia en la isla, aunque su versión contradice la declaración del comandante de la operación militar estadounidense, Ken Keene, quien aseguró que ahora en Puerto Príncipe hay menos violencia que la que se registraba antes del terremoto.
Aun así, la ONU autorizó ayer el envío de 3.500 efectivos adicionales para garantizar la entrega de ayuda. Empero, esta decisión no fue vista con buenos ojos por otros gobiernos.
La distribución de la ayuda humanitaria que llegó a Haití se vio entorpecida por el inmenso “cuello de botella” o congestión que se ha presentado en el aeropuerto de la capital. Además, las vías terrestres han sido destruidas por la fuerza del terremoto y muchos caminos son intransitables.
María Teresa Fernández de la Vega, vicepresidenta del Gobierno español, que preside la Unión Europea, se trasladó a Haití para coordinar la ayuda europea y se reunió con representantes de otros países en República Dominicana y Brasil y, tras reunirse en Puerto Príncipe con el presidente haitiano René Préval, reclamó una mejor organización de la ayuda, en especial la proveniente de Estados Unidos.
Así, Fernández de la Vega hizo una clara alusión a la situación creada por los estadounidenses en el aeropuerto, cuyas pistas están ocupadas y obstaculizan el transporte y la distribución de la asistencia enviada por otros países, algo que también motivó una queja del secretario de Estado de Cooperación de Francia, Alain Joyandet.
Desde Brasil también se levantó oposición a que Estados Unidos asuma el mando de los soldados que cumplen misiones humanitarias en Haití. El ministro de Defensa brasileño, Nelson John, una de las primeras personas que se trasladaron a territorio haitiano tras el terremoto, dijo que Brasil “no cederá voluntariamente el mando”.
En todo caso, con miles de botellas de agua y bolsas de comida Estados Unidos espera aplacar la sed y el hambre de los haitianos. Asimismo, no más de 50 paracaidistas a bordo de cuatro helicópteros que aterrizaron en los jardines del destruido Palacio Presidencial intentarán aplacar el caos y el pillaje que castigan a Puerto Príncipe.
Sin embargo, nadie se percata de que el puerto de la ciudad está destruido y de que es vital arreglarlo sin demora. De eso se olvidó la ayuda extranjera. Y en eso trabajaban ayer a toda prisa y sin mayor publicidad el capitán John Littel y el teniente Tim McCallister, marines de Estados Unidos.
La ONU autorizó el envío de 3.500 efectivos más a Puerto Príncipe.
La vocera del comando sur, mayor Tanya Bradsh, dijo que la Fuerza Aérea C-17 arrojó 14.500 raciones alimenticias listas para consumirse y 15.000 litros de agua en una zona segura de la capital, Puerto Príncipe.
Las autoridades militares revisan si el método es seguro para que se use en todo Haití, pese a que la pasada semana el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, dijo que los envíos por paracaídas estaban anulados porque podrían ser más dañinos que benéficos y podrían desatar enfrentamientos entre pobladores atravesados por el hambre.
Pese a la advertencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU), de no arrojar alimentos desde el aire, militares estadounidenses, ya el domingo, descargaron paquetes desde el aire.
La medida se debió, según Estados Unidos, al aumento de la violencia en la isla, aunque su versión contradice la declaración del comandante de la operación militar estadounidense, Ken Keene, quien aseguró que ahora en Puerto Príncipe hay menos violencia que la que se registraba antes del terremoto.
Aun así, la ONU autorizó ayer el envío de 3.500 efectivos adicionales para garantizar la entrega de ayuda. Empero, esta decisión no fue vista con buenos ojos por otros gobiernos.
La distribución de la ayuda humanitaria que llegó a Haití se vio entorpecida por el inmenso “cuello de botella” o congestión que se ha presentado en el aeropuerto de la capital. Además, las vías terrestres han sido destruidas por la fuerza del terremoto y muchos caminos son intransitables.
María Teresa Fernández de la Vega, vicepresidenta del Gobierno español, que preside la Unión Europea, se trasladó a Haití para coordinar la ayuda europea y se reunió con representantes de otros países en República Dominicana y Brasil y, tras reunirse en Puerto Príncipe con el presidente haitiano René Préval, reclamó una mejor organización de la ayuda, en especial la proveniente de Estados Unidos.
Así, Fernández de la Vega hizo una clara alusión a la situación creada por los estadounidenses en el aeropuerto, cuyas pistas están ocupadas y obstaculizan el transporte y la distribución de la asistencia enviada por otros países, algo que también motivó una queja del secretario de Estado de Cooperación de Francia, Alain Joyandet.
Desde Brasil también se levantó oposición a que Estados Unidos asuma el mando de los soldados que cumplen misiones humanitarias en Haití. El ministro de Defensa brasileño, Nelson John, una de las primeras personas que se trasladaron a territorio haitiano tras el terremoto, dijo que Brasil “no cederá voluntariamente el mando”.
En todo caso, con miles de botellas de agua y bolsas de comida Estados Unidos espera aplacar la sed y el hambre de los haitianos. Asimismo, no más de 50 paracaidistas a bordo de cuatro helicópteros que aterrizaron en los jardines del destruido Palacio Presidencial intentarán aplacar el caos y el pillaje que castigan a Puerto Príncipe.
Sin embargo, nadie se percata de que el puerto de la ciudad está destruido y de que es vital arreglarlo sin demora. De eso se olvidó la ayuda extranjera. Y en eso trabajaban ayer a toda prisa y sin mayor publicidad el capitán John Littel y el teniente Tim McCallister, marines de Estados Unidos.
La ONU autorizó el envío de 3.500 efectivos más a Puerto Príncipe.
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